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Saturday, June 17, 2006

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Cassino (1)

La ciudad de Cassino se encuentra en la provincia de Frosinone que forma parte de la Región Lazio en Italia. Se llama Cassino por el monte con ese nombre a cuyas faldas se establecieron grupos humanos durante la edad de Hierro. La ciudad fue conquistada por los romanos quienes la convirtieron en un centro comercial y artesanal de importancia debido a su cercanía con Roma. En la época de Cesar Augusto tenía un teatro y en el primer siglo de la Era Cristiana ya existía un Anfiteatro y varios templos.
Villa típica de los montes de Lazio
La ciudad fue devastada por los pueblos Bárbaros y abandonada por sus habitantes. Reducida a condición de villorrio en el medioevo, fue llamada San Pietro a Monastero, porque con la llegada de San Benedetto de Norcia, quien se estableció en la cima del monte, en el año 525, los abades y los monjes que le sucedieron, construyeron en el 600 la Abaddia di Montecassino, que constaba de tres claustros en el lado meridional, con vista a los valles que rodean a la abadía.
Valle del Liri
Bajo la guía de los monjes benedictinos, cuyo lema era "ora et labora", la villa cobró vida y por el esfuerzo de la población y de los sucesores de Benedetto, adquiere un rol importante en el desarrollo del sur de Italia. La ciudad, fue refundada a un kilómetro del lugar actual y fue bautizada con el nombre de San Germano por la iglesia del mismo nombre. San Germano, fue convertida en capital del pequeño estado abadial, llamado Terra di San Benedetto, cuya máxima autoridad era el abad quien ostentaba los títulos de Barón y de Administrador.
Paso del tren por Pantano cerca a Tresinoni Cuartel General del 14 Cuerpo Panzer
Con la Unificación de Italia en 1860, el Rey suprimió la corporación religiosa y la Abadía de Monte Cassino perdió la personalidad jurídica. El Rey declara al monasterio monumento nacional y a los monjes los nombra sus "custodios". El 26 de julio de 1863, San Germano, que contaba con 7929 habitantes, es renombrada Cassino. Ese mismo año, se comenzó la construcción del ferrocarril que uniendo Nápoles con Roma, pasa por la ciudad y corre paralelo a la Vía Casilina que circula por el Valle de Liri.
Por la ciudad de Cassino, cruza el río Rápido que poco antes de encontrarse con el río Liri se llama Gari y luego de la confluencia con ese río se convierte en el Garigliano, que desemboca en el Mar Tirreno cerca a Gaeta.
La Funivía Cassino-Montecassino en 1939. En la cumbre la Abadía de Montecassino
Antes de la Segunda Guerra Mundial, además del camino que zigzagueaba por la falda de la montaña, se podía subir a Montecassino mediante un teleférico. Ese teleférico o funicular, llamado Funivía en italiano, fue inaugurado el 21 de mayo de 1930, por la empresa "Funicolari e Funivie Meridionali" de Nápoles. La línea de 1800 metros de extensión subía desde la estación de Cassino hasta la estación en la cumbre, a 200 metros de la Abadía, en un corto viaje de 7 minutos.
Abadía de Montecassino en 1939
Durante la guerra y especialmente después de la captura de Nápoles por los Aliados, los monjes de la Abadía de Montecassino y la población de Cassino, pensaban que había un acuerdo tácito entre alemanes y aliados para respetar la Abadía de Montecassino y por ello muchos civiles que resultaron con sus casas destruidas en la ciudad de Cassino, se refugiaron en la abadía.
Abadía de Montecassino totalmente destruida en 1944
Pero los Aliados, decidieron bombardear la abadía que fue totalmente destruida. Sobre las ruinas, que quedaron como muestra de la insensata destrucción, hace pocos años, el gobierno italiano reconstruyó el monasterio que en la actualidad tiene el mismo aspecto que tenía la abadía original. La ciudad de Cassino que también fue totalmente arrasada por los bombardeos igualmente fue reconstruida después de terminada la guerra.
La arrasada ciudad de Cassino en 1945
Línea Gustav
En 1943, después de la caída de Sicilia, el Mariscal Kesselring decide establecer una línea de defensa a 100 kilómetros al sur de Roma en una zona montañosa que permite levantar posiciones defensivas y que está al alcance de las bases de la Luftwaffe. La ubicación estratégica de Montecassino, es utilizada como punto de pivote de la Línea Defensiva Gustav, la cual siguiendo el curso del río Garigliano y Rápido pasaba a los pies de Cassino por donde también cruza la vital vía ferroviaria Nápoles-Roma, y se desplazaba a lo largo de la zona más estrecha de la península italiana. El principal objetivo estratégico alemán, aparte de ganar tiempo, no era defender la posesión de Italia, sino retardar la progresión de los ejércitos aliados con el principal objetivo de proteger las vitales zonas petrolíferas rumanas.
Abadía en la actualidad después de ser reconstruida.


Cassino (2)

La Línea Gustav levantada en los montes Abruzos, excluía la cumbre de Montecassino y del Monte Samucro, pues para los alemanes, no eran un buen puesto de observación debido a que su prominencia los hacía muy vulnerables exponiéndolos al fuego de la artillería y la aviación enemigas. En cuanto a Montecassino, los mandos alemanes en Italia consideraban que debía evitarse la destrucción del monasterio y las reliquias histórica que albergaba. Para el efecto, el Mariscal Kesselring cursó las órdenes de transportar las obras de arte, la biblioteca y las reliquias históricas a Roma, poniéndolas bajo la protección del Vaticano. Las monjas y monjes benedictinos de Monasterio fueron evacuados, quedando solamente el Abad Gregorio Diamare de 82 años y 5 monjes. Los puestos de observación y las defensas se colocaron a media ladera de Montecassino y en otros montes de los alrededores donde podían ser camuflados de mejor manera. A las afueras de la Abadía un piquete de policía militar protegía la entrada haciendo cumplir las órdenes de que ningún soldado alemán podía ingresar.
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La ubicación estratégica de Montecassino, es utilizada como punto de pivote de la Línea Defensiva Gustav, la cual siguiendo el curso del río Garigliano-Gari-Rápido pasaba a los pies de Cassino por donde también cruza la vital vía ferroviaria Nápoles-Roma, y se desplazaba a lo largo de la zona más estrecha de la península italiana, concluyendo en el río Sangro que desemboca en el Adriático. El principal objetivo estratégico alemán, aparte de ganar tiempo, no era defender la posesión de Italia, sino retardar la progresión de los ejércitos aliados con el principal objetivo de proteger las vitales zonas petrolíferas rumanas, cuya distancia de las bases aéreas Aliadas se acortaba mes a mes.
Vista aérea del sector Cassino. Arriba el monasterio de Montecassino, abajo la ciudad de Cassino
Como parte de las defensas, que incluían torretas de tanques enterradas, bunkers, casamatas con lanzacohetes y emplazamientos con cañones 88, la vegetación de la ribera derecha del Río Rápido-Gari-Garigliano fue cortada a ras y miles de minas fueron sembradas a todo lo largo de la línea. En el mes de octubre de 1943, la Línea Gustav estaba lista para cumplir su cometido. Es oportuno recordar que durante los primeros años de los 40 se desató una epidemia de malaria en Italia y la zona de Cassino era endémica, por lo que los beligerantes se enfrentaban también a un enemigo silencioso que azotaba a las tropas de ambos bandos. Pero los alemanes tenían además otro enemigo: los partisanos, que en la Región Lazio eran comandados por el dirigente comunista Enrico Giannetti. Los Aliados brindaban apoyo logístico a los partisanos y en cambio recibían informes de inteligencia. Por su parte los alemanes casi no tenían agentes de inteligencia y en muchos casos esos agentes, que cruzaban de un bando al otro por mar, realizaban también un doble juego.
Las defensas incluian torretas enterradas
Además de la Línea Gustav los alemanes construyeron varias líneas paralelas con 12 a 18 Km. de separación. La Línea Reinhard desde la boca del Garigliano en el Tirreno hasta el río Sangro y la Línea Senger-Riegel, más conocida como Línea Hitler que unía Pontecorvo, Aquino y Piedimonte San Germano. Más al norte construyeron la Línea Roma, última línea defensiva antes de la capital italiana. En setiembre de 1943 el área de Cassino sufrió los primeros bombardeos aéreos aliados y poco después la artillería fue apostándose frente a la Línea Gustav para martillar durante meses las defensas alemanas. Antes de fines de año, las fuerzas alemanas del sur de Italia que inicialmente se concentraron en la Línea Bernardo a la altura del Río Volturno, ya ocupaban las nuevas posiciones en la Línea Gustav.
Piedimonte San Germano
Fuerzas alemanas
A lo largo de la Línea Gustav, en el sector sur, del lado del Mar Tirreno, el Mariscal Kesselring dispuso al XIV Panzerkorps al mando del General Fridolin von Senger und Etterlin con 10 divisiones. Alrededor del Valle de Liri, entre Minturno y Castelforte la División 94 al mando del General Pfeiffer que debía proteger una extensión en la costa tirrena, extremadamente amplia; la 29 Panzergrenadier en Ausona detrás de la Div. 94. Entre Castelforte y Sant'Ambrogio sul Garigliano la División 90 Panzergrenadier del General Baade. Entre Sant'Ambrogio y Cassino la Div. 15 Panzergrenadier del General Rodt y la División 3 Panzergrenadier del General Gräser compuesta por polacos de origen alemán. Lo seguía antes de Cassino la Div. 3 de Inf. del General Haug. Entre Montecassino y Monte Cairo la Div. 44, entre Cerro Belvedere y Monte Cifalco la Div 5 de Montaña y detrás de ambas la División 71. En el sector norte del lado del Adriático, dispuso al 10 Ejército, al mando del Coronel General von Vietinghoff.
Fuerzas Aliadas
Las fuerzas aliadas las componían 5 divisiones estadounidenses al mando del General Mark Clark, 6 divisiones británicas al mando del General Harold Alexander, 1 división francesa al mando del General Alphonse Juin, 1 división neozelandesa al mando del General Bernard Freyberg, 2 divisiones polacas al mando del General Anders, 2 divisiones marroquíes, 1 división argelina, 2 divisiones canadienses, y 1 división sudafricana. Una brigada judía y 1 brigada brasilera no llegaron a ensamblarse a tiempo para actuar en Cassino, y el 1° Raggruppamento Motorizzato Italiano, recién conformado por el General Badoglio luego de la capitulación se mantuvo en reserva. Las 21 divisiones aliadas debían desalojar a 10 divisiones alemanas.
Los planes aliados eran romper la Línea Gustav en el Valle del Liri que es la ruta natural para llegar a Roma capaz de permitir el paso de gran número de unidades blindadas a gran velocidad, aprovechando el terreno plano, la Vía Casilina y el ferrocarril Nápoles-Roma que pasa por Cassino. En todo caso, el Valle del Liri era el primer objetivo y el ataque debía comenzar con la captura de Minturno y Castelforte.
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Primera Fase de la batalla
El 17 de enero de 1944, rompen fuegos las baterías británicas como preludio de la ofensiva. El grueso de la División 5 se lanza contra la Línea Gustav cerca a la desembocadura del Garigliano mientras infantes de marina salvan la línea defensiva alemana cruzándola por mar. La División 56 británica rompe la línea alemana y ataca Castelforte. La División 46 británica intenta romper la Línea Gustav pero son rechazados por la Div. 90 Panzergrenadier. El día 18, la Div. 46 se mueve para reforzar la ruptura de la Div 56 que avanza contra Castelforte. La Div 5 británica captura Minturno pero el avance es detenido por la Div. 94 alemana. La Div. 56 y la Div. 46 son rechazadas por la Div. 29 Panzergrenadier y se ven obligados a dar media vuelta, sin embargo, logran tomar posiciones en los montes Luga y Maio.
Nido de ametralladora en una cueva.La falta de casco indica que la batalla no había empezado.
20-1-1944
La División Texas 36 se lanza al ataque en Sant’Angelo di Theodice. Durante tres días consecutivos intentan perforar las líneas alemanas en dirección al Valle del Liri sin lograrlo. La 15 Div. Panzergrenadier los obliga a retirarse con la pérdida de 1700 hombres. Destrozada la División Texas, es relevada por la División 2 neozelandesa al mando del General Freyberg, veterano de África.
Operación Shingle
El 22 de enero una fuerza combinada de tropas anglo-americanas, al mando del Mayor general John P. Lucas, realizó un desembarco anfibio en la costa de Anzio. La Operación Shingle que es como se llamó, fue ensamblada en Nápoles y tomó tierra cerca a Anzio y Nettuno a las 0200 con el desembarco de una Brigada de Rangers. El propósito de la operación era atacar con la 1ra Div. británica el centro de comunicaciones alemán en los Montes Albaneses y la retaguardia de la Línea Gustav con la 3ra División de EEUU. Los alemanes fueron tomados totalmente por sorpresa y la fuerza invasora estableció una cabeza de puente sin mayor oposición. Una vez que el Mariscal Kesselring se enteró del desembarco anfibio, ordenó que la Div. 29 Panzergrenadier, que había podido controlar a la Div. 56 británica en Castelforte, se moviera al área de Anzio, mientras la Div 94 tomaba las posiciones de la Div. 29. Las fuerzas combinadas aliadas en Anzio no tenían claro, cuál de los dos objetivos era prioritario y esto les causó desconcierto al momento de tomar decisiones. Una semana después la cabeza de playa sólo se había extendido 16 kilómetros tierra adentro. Después de recibir refuerzos del sector Cassino, el 14 Ejército alemán procedente del norte de Italia, al mando del Coronel General Eberhardt von Mackensen, se dirigió a Anzio para controlar la situación.
Playas de Anzio
24-1-1944
El día 24 de enero, comienza el ataque en el sector de Cassino, justamente cuando fuerzas alemanas son sacadas del sector para ser enviadas de urgencia para reforzar Anzio. En Cassino, la División 34 de EEUU rompe las líneas alemanas al norte de la ciudad y comienzan a escalar Montecassino. Más al norte capturan Caira, Monte Castellone y Cerro Sant'Angelo. La División 3 Argelina perfora las líneas alemanas ocupando Cerro Belvedere y Monte Abate. El día 31 logran vencer la resistencia alemana que termina con apenas 30 hombres en Belvedere. En dirección a Monte Santa Croce los franceses y marroquíes también perforan las líneas alemanas. Durante cinco días se suceden los combates y las divisiones aliadas son diezmadas desde las bien defendidas posiciones alemanas que también sufren enormes pérdidas. El día 5 de febrero, los estadounidenses han ocupado la cota 500 de los 800 metros de altura de Montecassino. Poco después llegaba el 361 Regimiento Panzer y un batallón de paracaidistas a reforzar las líneas alemanas que se baten duramente por conservar las alturas. Los paracaidistas desalojan a los americanos que ya habían tomado el Monte Calvario.
Freyberg releva a Clark
El 12 de febrero Clark suspende el ataque y se repliega cuesta abajo al no poder resistir el embate de los paracaidistas y la resistencia en el Valle del Liri. Los estadounidenses, diezmados, se retiran abandonando las posiciones alcanzadas. En vista del mal estado en que quedaron las fuerzas de Clark, el General Alexander le ofrece la reserva británica para reiniciar el ataque a Cassino. Clark no tiene mejor opción que aceptar y el neozelandés General Bernard Freyberg releva a las fuerzas americanas con la 2da División neozelandesa, la 4ta División Hindú y la 78 División Británica. Pese a que no había indicios de que en la Abadía de Montecassino hubiera fuerzas alemanas, Freyberg pone como condición que primero se realice un bombardeo aéreo de gran escala contra Cassino, Montecassino y los alrededores del Valle del Liri y del Río Rápido. Ni Clark ni Alexander habían considerado antes que la milenaria Abadía de Montecassino fuera un blanco legítimo, pero ambos generales en compañía de los generales Juin, francés y Anders, polaco, apoyan la medida. Poco después, esos mismos generales se retractarían, manifestando que ellos lo habían considerado innecesario y desproporcionado, dejándole la responsabilidad histórica sólo a Freyberg. Para compartir más las responsabilidades, el General Ira Eaker a cargo de las operaciones aéreas en Italia, hace un reconocimiento aéreo antes de ordenar el ataque que, por primera vez en el curso de la guerra hizo uso de fuerzas estratégicas para una operación táctica.
Bombardeo de Montecassino 15-2-1944
Una flota de 775 Fortalezas B-17, B-25 Mitchell y B-26 Marauder descargan 2500 toneladas de bombas sobre el sector de Cassino. Sólo en la abadía, donde apenas había unos cuantos monjes y refugiados civiles, se descargan 450 toneladas de bombas, el resto sobre Cassino y los alrededores, que ya era un montón de ruinas. Luego del bombardeo aéreo, 800 cañones abrieron fuego contra las defensas alemanas lanzando 200 mil granadas de obús, sobre todo el sector. Al terminar el bombardeo las fuerzas alemanas ocupan las ruinas, pues es más fácil y efectivo fortificarse en unas ruinas que en edificios en pie. Aunque el humo no se había disipado todavía, en todo el mundo se levanta una ola de protestas por la destrucción de la abadía y de la ciudad de Cassino. El Abad, los monjes y los refugiados fueron entonces trasladados en procesión al Cuartel General del 14 Panzerkorps de von Senger, donde hace una declaración por radio sobre el buen trato recibido y la preocupación de los alemanes de poner a salvo los bienes de la Abadía, ya destruida por los Aliados. Sin embargo Goebbels, tratando de sacar provecho de la situación, ordena que redacten una declaración para que sea firmada por el Abad en Roma y luego lo llevan a la Embajada Alemana en el Vaticano donde lo quieren obligar a firmar otro documento, pero con carácter oficial y el abad se niega, sufriendo después un colapso.
El general von Senger acompaña alAbad Gregorio Diamare a subir al automóvilpara ser trasladado a Roma.
16-2-1944
Dieciocho horas después de intenso bombardeo por la artillería neocelandesas, el Batallón Susex británico avanza contra Cassino y 5 batallones hindúes suben a la cima donde no encontraron a ningún alemán. La captura de Montecassino parecía asegurada, pero en ese momento, los cazadores paracaidistas tenían al alcance de su fuego a las tropas aliadas. La 1ra división de Cazadores Paracaidistas del General Heidrich que tenía la responsabilidad de la defensa de Cassino desalojó a los atacantes. En Cassino las fuerzas de Freyberg habían cruzado el río Rápido, pero los paracaidistas los hicieron dar media vuelta. En el sector de 13 kilómetros de ancho que defendían los paracaidistas de Heidrich los neozelandeses no pudieron tender un solo puente sobre el Rápido, y menos consolidar un frente cruzando el río. El clima y el agotamiento detienen por tres semanas los ataques en ambos bandos. Las lluvias han formado lagos en los cráteres hechos por las bombas y se producen deslizamientos de lodo por la tierra removida. El frente de Cassino queda silencioso excepto por el tabletear esporádico de las ametralladoras.
Segunda fase de la batalla
Operación Strangle
Los mandos Aliados planifican una operación que están seguros que los alemanes no podrán vencer, el ataque continuado de las líneas de abastecimientos del Mariscal Kesselring. Las fuerzas alemanas debían abastecer a 18 divisiones que se encontraban luchando en la Línea Gustav, la mitad de ellas en contacto directo con el enemigo. Los cálculos de los aliados eran que esas fuerzas al menos requerían 4000 toneladas de suministros diarios.
El día 19 de marzo, el mando táctico Aliado del mediterráneo comienza una serie de bombardeos desde la Línea Gustav hasta la frontera con Suiza, de estaciones de tren, talleres, depósitos, túneles y puentes, utilizando bombarderos medianos y cazas. Los Aliados realizaron 176 misiones de bombardeo contra túneles y puentes usando bombarderos medianos entre Roma y Florencia. Fueron dañados o destruidos 19 puentes. Entre Génova y el sur de Francia, el resultado fue aceptable para los Aliados en cuanto a puentes se refiere, pero les fue muy mal con la destrucción de túneles. Por ejemplo, todos los intentos para destruir el túnel al sur de Chiavari fueron inútiles, pese a que diariamente incursionaban sobre la ciudad los cazas P-47.
Patrulla de la 1 Div. de Paracaidistas en las ruinas de Cassino
En realidad, en marzo de 1944, los alemanes tenían capacidad para mover 80 mil toneladas de suministros cada 24 horas, por tanto el esfuerzo aéreo para quebrantar la línea de suministros no fue suficiente para doblegar a los defensores de Cassino. La operación se mantuvo después de la caída de la Línea Gustav y a la larga cumplió su cometido de hacer colapsar las líneas de suministros alemanas.
Segundo intento de Freyberg
El día 15 de marzo, cesan las lluvias y en el Cuartel General de Cervaro, el General Freyberg ordena reanudar el bombardeo aéreo del sector Cassino. Más de 1000 toneladas de bombas caen sobre la ciudad. Terminada la incursión aérea, 900 cañones abren fuego sobre las ruinas. El ataque artillero continuó durante una semana más, en la que se hicieron 450 mil disparos de cañón de todos los calibres. Una vez finalizado el bombardeo, los neozelandeses reanudaron el ataque contra Cassino, ocupando lo que fue la estación de trenes y la ciudad en ruinas. El general von Senger ordena reanudar el fuego de artillería contra los asaltantes. En Montecassino apenas quedan unos 100 paracaidistas. Los atacantes son rechazados y el 23 de marzo nuevamente el ataque de Freyberg es detenido.
Operación Diadem
Presionado por Churchill, el General Alexander decide que es necesario reorganizar las fuerzas y realizar un ataque masivo para doblegar la resistencia alemana que pese a estar prácticamente diezmada no cede las posiciones. En su Cuartel General, Alexander planifica la Operación Diadem.
Todavía al mando, Freyberg ordenó que el 8vo Ejército que se encontraba en la tranquila zona del Adriático, se trasladara a Cassino para atacar el sector desde Cassino al Valle del Liri, con el 2do Cuerpo Polaco en el flanco derecho y el 5to Ejército de Clark en el derecho para ocupar el Valle del Liri hasta la costa.
11-5-1944
La Operación Diadem estaba lista para empezar con el ataque de 14 divisiones y la 6ta División Sudafricana en reserva. Pese a que las fuerzas aliadas en ese momento eran infinitamente superiores a las alemanas, las cosas no resultaron bien a los Aliados. El día 12 de mayo, muchos altos jefes alemanes estaban ausentes. El General von Senger y el jefe del 10 Cuerpo de Ejército alemán estaban recibiendo condecoraciones en Berlín y disfrutando del permiso de rigor para esos casos. Para completar el cuadro, el Jefe de Estado Mayor del Grupo de Ejércitos se encontraba enfermo y el relevo del General Senger le concedió permiso al Jefe de Estado Mayor. Para entonces, el frente italiano había perdido importancia para los alemanes, que en esos momentos con Rommel a la cabeza, se preocupaban por preparar la defensa ante la inminente invasión Aliada en Francia, que no sólo amenazaba la costa del canal, sino también la francesa en el Mediterráneo.
Bombardeo a las 8:30 del 15 de marzo de 1944
En toda una semana, el 2do Cuerpo Polaco no pudo tomar Montecassino sufriendo considerables bajas y quedando empantanado en las laderas de la montaña. Al sur las fuerzas aliadas rompieron la Línea Gustav y arremetieron contra la Línea Senger, que pese a estar terminada después de meses de trabajo efectuado por la Organización Todt no fue bien aprovechada por los mandos alemanes de relevo. Cuando von Senger se reincorporó a su puesto sólo le quedaba evitar el aniquilamiento del 14 Cuerpo Panzer. A partir del 26 de mayo, los alemanes retiraron una división diaria hacia el punto reunión en Valmontone con el objeto de reagruparlas en la nueva línea de defensa, la Línea Roma. Por su parte los Aliados, habían estado considerando la posibilidad de detener la ofensiva, debido a que el centro de gravedad aliado se comenzaba a trasladar a Francia.
18-5-1944
Mientras los franceses ya se dirigían a Roma, en Montecassino la orden alemana de retirada se cumple a regañadientes. Apenas grupos de soldados totalmente agotados tratan de reagruparse descendiendo de la montaña por la ladera norte en retirada hacia Valmontone. Aún tienen tiempo de lanzar cuesta abajo las últimas granadas y detonar los últimos fusibles de las cargas de demolición ocultas entre las ruinas y en las laderas sembradas ya con miles de trampas cazabobos. Cuando los polacos llegan a la cumbre las ruinas del Monasterio todo está en completo silencio. Las ruinas están solitarias. Los pocos defensores reincorporados al 10 Panzerkorps están ya a medio camino de Valmontone.
31-5-1944
Mientras la Operación Diadem estaba en marcha y con los alemanes en franca retirada, Alexander ordena al 6to Cuerpo en Anzio, ya reforzado con siete divisiones, 70 mil hombres, 500 piezas de artillería y 250 carros, romper el bloqueo de las fuerzas alemanas, que desde el día 22 de enero habían estado bloqueados, y avanzar en dirección al norte para cortar la retirada del 10 Cuerpo de Ejército alemán, pero Clark decide que la carrera para llegar a Roma es más importante y ordena a las fuerzas americanas dirigirse directamente a la capital italiana siguiendo la línea de la costa.
Epílogo
El frente alemán esta en franca retirada, la Línea Roma es sobrepasada para concentrar las fuerzas y reagruparlas en la nueva Línea Gótica más al norte. El Alto Mando Alemán tiene que tomar las divisiones alemanas en retirada en el Frente del Este y las agotadas fuerzas alemanas de Italia, para reforzar el frente occidental. Loa Aliados dueños de la mitad de Italia siguen acumulando suministros que llegan constantemente al enorme puerto de Nápoles. Según los cálculos Aliados, los cinco meses de combates por romper la Línea Gustav costaron a los Aliados 105.000 bajas y a los alemanes probablemente 80.000. En términos militares, el único beneficio para los Aliados fue el poder retener un enorme número de divisiones alemanas, que de otra manera habrían estado retardando el avance soviético en el Frente del Este o habrían ido a Francia para reforzar las defensas del frente próximo a abrirse. Para los alemanes, significó haber ganado 5 meses, impidiendo que los Aliados llegaran a Viena o que tomaran las refinerías rumanas. Cualquiera que hubiera sido el tiempo ganado, no habría significado nada en el resultado final. Pero, lo más oprobioso de este episodio, fue la destrucción innecesaria de la ciudad de Cassino y de la Abadía y Monasterio de Montecassino, más el número de victimas civiles que jamás fue contabilizado. Pero la destrucción de Cassino nunca será olvidada, pues todos los años se conmemoran en Cassino, esos tristes episodios de la historia de Italia.
En 1951, el general Mark Clark escribió : "Yo digo que el bombardeo de la Abadía... resultó un gran error; y lo repito, conociendo a fondo las controversias que se han venido desatando alrededor de este episodio... El bombardeo de la Abadía no sólo fue un innecesario error psicológico desde el punto de vista de la propaganda, sino que resultó también un error táctico militar de primera categoría. Sólo nos complicó más aún nuestra tarea, haciéndola más costosa en cuanto a hombres, material y tiempo." Mark Clark, "Calculated Risk", 1951.